domingo, 14 de abril de 2013


NO ME GUSTAN

No me gustan los tipos que se lavan las manos antes de mear, y no después. Cuidan de no ensuciarse la picha, pero no les importa dejar sus manos con restos de la micción. Y no les importa estrecharte la mano, o pasártela por el hombro, como no les importa contar billetes sucios que proceden de manos tan sucias como las suyas. Eso si, hay que lavarlos bien hasta blanquearlos, ya que aunque aparentemente estén limpios, como recién impresos por el Banco de España, hay que retirar todo los restos invisibles que pudieran delatarlos, el invisible tufo ilegal que los envuelve. En todo ese trasiego ilícito de dinero se genera mucha mierda, de tal forma que a ese montón de billetes se le denomina dinero negro, si bien solo hasta el momento en el que llega a los bancos. A esos bancos tan sucios cuyos propietarios, con las manos también muy sucias y los dientes muy blancos, extienden la alfombra roja reservada solo para los buenos clientes con billtes de quinientos. Una vez dentro del banco, ese dinero es tan blanco y tan bueno como el que tu empresa te ingresa, en concepto de salario, cada final de mes en tu cuenta de ese mismo banco; aunque seguramente ni a ti ni a mí, nos extiendan esa alfombra roja que distingue al que se lava las manos antes o después de mear. Yo soy de los últimos. Que se leva a hacer, cosas de la higiene.

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