Preciosas palabras
¿verdad? Qué bonito leerlo y qué maravilla decirlo o poder escucharlo. Hace unos días, siguiendo el
programa “Desafío extremo” del alpinista Jesús Calleja, apareció el humorista
Dani Rovira. Entre prueba y prueba de su desafío, el presentador charlaba con
el humorista, quien en un momento dado de la conversación, mencionó las tres
palabras que hoy titulan el blog como aquellas que más le gustan. Me quedé con
la idea ya que me agrado mucho lo que dijo, y también como lo dijo. Esas tres
palabras resumen, en esencia, lo que debería ser el ADN de cualquier persona:
la capacidad de amar y transmitírselo a quiénes amamos, la humildad para
reconocer y verbalizar nuestros errores y por último y no menos importante, el saber
ser agradecido. Qué bonito y que difícil a veces ¿no es cierto?
Estamos
en no pocas ocasiones tan ensimismados girando alrededor de nuestro ombligo,
tan pendientes de las reacciones que los demás tienen con nosotros, que no
somos realmente conscientes de lo sencillo que resulta generar una corriente
positiva que traiga aire fresco a nuestra vida. La clave está en cada uno de
nosotros, dentro de nuestro corazón; no tenemos que buscarla fuera, ya que no depende
tanto del comportamiento de los demás para con nosotros, sino del nuestro hacia
los demás. Hacer, dar el paso primero y no esperar a que los otros lo hagan.
Dar, y no exigir. Pedir perdón y saber perdonar. Nosotros decidimos lo que
damos y a quién, así que vamos a entregarnos a
aquellos a los que queremos; seamos generosos con los nuestros, a los
que tanto queremos. La respuesta llegará, seguro, antes o después pero llegará;
serán toneladas de besos, abrazos y
palabras de cariño que nos inundarán, y que sin duda nos ayudarán a desprendernos
de las estupideces que, como moscones ruidosos que a menudo nos rondan, no nos
dejan escuchar los verdaderos sonidos de la vida
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